Elegir entre bolsas de papel o plástico es una decisión importante, que puede condicionar bastante ciertos factores de una empresa, desde el almacenamiento de sus productos hasta la posibilidad de ofrecer a los clientes un elemento de transporte para lo que compren.
En la práctica ambos materiales tienen ventajas y desventajas. Es importante conocerlas para tomar la decisión adecuada y utilizar el mejor material en cada entorno profesional.
Índice
Ventajas e inconvenientes de las bolsas de papel
Las bolsas de papel son biodegradables. En relativamente poco tiempo pueden degradarse de forma natural sin causar impacto en el medioambiente.
Aunque el papel no es tan resistente como el plástico, hoy en día encontramos desarrollos con una alta resistencia, que nos permiten insertar o transportar en estas bolsas casi cualquier producto.
Pese a ello, una bolsa de papel tiene un mayor riesgo de romperse que una bolsa de plástico y su reutilización es más limitada.
Ventajas e inconvenientes de las bolsas de plástico
Las bolsas de plástico presentan una alta resistencia en muchos de sus formatos. Esto las hace inmejorables para el transporte de todo tipo de productos.
También son económicas, lo que implica una menor inversión para la empresa que las aprovecha en su dinámica de trabajo.
Ofrecen una alta reutilización sin perder sus propiedades, por lo que para el usuario final supone una oportunidad de ahorro si la aprovecha en más de una ocasión.
Las bolsas de plástico no son biodegradables, por lo que pueden generar un impacto negativo en el medio ambiente. Sin embargo, sí son reciclables si se depositan en el contenedor amarillo.
Entonces… ¿bolsas de papel o de plástico?
Las diferencias entre bolsas de papel o de plástico se enmarcan principalmente en dos factores: la sostenibilidad y su resistencia.
En términos de sostenibilidad una bolsa de papel requiere materias primas naturales que no hacen falta en la bolsa de plástico. Además, se precisa mayor cantidad de producto, porque su reutilización es limitada.
Sin embargo, a largo plazo respeta más el medio ambiente que una bolsa de plástico, si el usuario no lo recicla correctamente.
Actualmente también hay ciertas restricciones para las bolsas de plástico, precisamente para reducir todo lo posible su impacto en entornos naturales.
Respecto a su resistencia, ambos tipos de bolsas ofrecen excelentes cualidades en un solo uso. Sin embargo, una bolsa de plástico se puede reutilizar más veces que una bolsa de papel, dado que esta última cada vez tiene mayor riesgo de presentar una rotura.
Tanto bolsas de plástico como de papel son recomendables para diferentes entornos profesionales. Es importante conocer sus especificaciones para saber cuál elegir en cada situación, dependiendo del producto que se va a insertar en su interior.
¿Es muy pesado ese producto? ¿Se trata de algún tipo de alimento? ¿Requiere una estanqueidad perfecta de la bolsa que lo protege?
En cualquier caso, tanto si se aprovechan bolsas de papel como de plástico, siempre es recomendable transmitir al usuario final la importancia de la sostenibilidad, lo práctico que resulta la reutilización de materiales y el compromiso de la empresa con el medio ambiente.