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¿Qué es un EPI?
Un EPI es un equipo de protección individual. Se conoce como EPI cualquier dispositivo o medio del que dispone una persona con el objetivo de protegerse contra determinados riesgos que puedan amenazar su salud o seguridad.
De hecho, son elementos esenciales en las estrategias de control del riesgo y deben cumplir con la obligación por parte del fabricante del mercado CE establecida en el artículo 10 del RD 1407/1992 de 20 de noviembre.
El marcado CE se colocará y permanecerá colocado en cada uno de los EPI fabricados de manera visible, legible e indeleble, durante el período de duración previsible o de vida útil del EPI.
Tipos de Epis
Los equipos de protección individual, en función de las consecuencias de los riesgos, se clasifican en 3 categorías:
Categoría I: Se agrupan en esta categoría aquellos equipos destinados a proteger contra riesgos mínimos. En esta primera clasificación encontramos aquellos EPIs destinados a protegernos de:
- Agresiones mecánicas cuyos efectos sean superficiales
- Productos de mantenimiento poco nocivos y cuyos efectos sean fácilmente reversibles
- Riesgos de que incurra durante tareas de manipulación de productos calientes que no expongan al usuario a temperaturas superiores a 50 ºC, como guantes delantales de uso profesional, etc.
- Los agentes atmosféricos que no sean ni excepcionales ni extremos (gorros, ropas de temporada, zapatos y botas, etc.).
- Los pequeños choques y vibraciones que no afecten a las partes vitales del cuerpo y que no
puedan provocar lesiones irreversibles (cascos ligeros de protección del cuero cabelludo,
guantes, calzado ligero, etc.). - La radiación solar (gafas de sol).
Categoría II: Son equipos de protección individual destinados a proteger contra riesgos de grado medio o elevado pero no de consecuencias mortales o irreversibles.
Por ello, un prototipo del EPI debe superar un examen CE de tipo, que confirmará y dejará su marca si el producto es conforme con las exigencias de seguridad establecidas.
Categoría III: Se consideran de esta categoría a aquellos equipos de protección individual destinados a proteger contra riesgos de consecuencias mortales o irreversibles. Pertenecen a esta clasificación los EPI:
- Los que tengan por finalidad proteger de aerosoles sólidos y líquidos o contra gases irritantes, peligrosos o tóxicos.
- Los equipos de protección respiratoria aislantes de la atmósfera, incluídos los destinados a la inmersión.
- Los que solo den protección limitada contra agresiones
- Los equipos que intervengan en ambientes cálidos o fríos, cuyos efectos sean comparables a una temperatura a partir de 100º C o -50º.
- Los destinados a proteger contra caídas desde determinada altura, riesgos eléctricos o para los trabajos realizados bajo tensiones peligrosas.
- Los casos y las viseras destinados a personas en motocicletas.
Principales características de los Equipos de Protección Individual
Los EPI deben proporcionar una protección eficaz frente a los riesgos que motivan su uso y además, no deberán suponer riesgos por sí mismos, ocasionar riesgos adicionales ni producir molestias innecesarias.
Para ello, deberán responder a las condiciones del lugar de trabajo, tener en cuenta las condiciones físicas del trabajador y tener los ajustes necesarios para adecuarse al usuario.
¿Qué no se considera un EPI?
No hay que confundir los EPIs con otros utensilios, uniformes o productos que, a pesar de ser usados en el trabajo o para realizar determinadas actividades, no se consideran tales.
Por ejemplo, la ropa de trabajo o los uniformes que no están destinados a proteger la salud e integridad del trabajador, los equipos de servicios de salvamento o uniformes militares, de policía y personal de servicios similares, no son EPIS.
Tampoco lo son los materiales deportivos, de autodefensa ni los aparatos portátiles para la detección y señalización de riesgos.